31.1.08

Flashes

Estoy mudo. Millones de ideas pasan por mi cabeza impidiéndome articular palabra.

La pérdida de Juan Carlos. El cumpleaños de una amiga con la que no me tomo un café hace meses, pero que quiero un quintal. Un ya te llamo que no cumple y que no cumplo. Las botas de fútbol sin estrenar en el armario. Correos por escribir, en papel o electrónicos.

Soy de los que prefiere arrepentirse de no haber hecho que de hacer. Pero espero no tener que volver a arrepentirme de no haber llamado. De no haber sacado un rato para charlar, para coincidir, e intercambiar historias.

La excusa sale fácil. Trabajo muchas horas. Estoy muy lejos. Estoy cansado.

Me castigo a sentir lo que ahora la próxima vez que me deje llevar por la pereza al descolgar el teléfono o sentarme a escribir.

Para los científicos: ya sé que hace tiempo que no escribo sobre ciencia, ni siquiera sobre informática. Estos días no tengo el cuerpo para eso, y espero que sepas entenderlo. Como dice la canción, para todo hay un momento.

30.1.08

Señores, esto se acaba...

Ayer se fue una persona de verdad. De esas personas que dejan huella, y que no se olvidan.

He estado leyendo la bitácora de Ángel. Él tuvo la suerte de coincidir con él varias veces al final de sus días. Yo, por pereza, porque ya habrá tiempo, no lo llamé nunca desde que me fui de su casa de La Estila. Y no lo hubo. Espero que ahora que estará en el cielo, me perdonará y sabrá acordarse de mí todo lo que no me acordé yo de él.

En fin lo dicho, una persona cercana, entrañable. Siempre alegre, siempre contento. Y, muy importante, sabía transmitirlo. Quedan muy grabados en mi corazón momentos en los que supo traspasarme esa sonrisa que a mí me faltaba.

Hay tantos recuerdos: Mario recitando "Juan Carlos Vazquez Vi, Juan Carlos Vázquez Va". Su característico mostacho, del que los últimos años se había desprendido. Su maravillosa voz de locutor de radio no explotada.

En fin, no se me ocurre nada más. Estoy con las lágrimas en los ojos. Aunque yo no lo supe ser, fue un buen amigo y un amigo bueno.

Adiós Juan Carlos.